Sobre la Ruta Provincial 7, a metros de la rotonda con la Ruta Provincial 17, se encuentran cinco importantes estructuras de hierro y chapa, que suman cerca de 4000 metros cuadrados, espacio que conformará en Añelo un centro comercial con 30 locales, dando impulso al consumo en la zona.

Desarrollado por la empresa neuquina Ingeniería Sima, se proyecta aquí el primer centro comercial abierto de la localidad, una suerte de “shopping del shale”, aspirando a capturar la nueva masa de consumidores en esta localidad de 3 mil habitantes fijos y unos 6 mil que trabajan durante la semana.

Aseguran que el 50% de los locales ya están reservados, entre los que se destaca el Banco Galicia, quienes empezarán su desembarco en días, sumándose a la propuesta un bar y restaurante, una carnicería, un gimnasio, una farmacia y un lavadero industrial, siendo algunos de ellos comercios que nacieron de emprendedores de la propia localidad.

La importante cadena de supermercados La Anónima construirá a metros del shopping un nueva sucursal, la cual tendrá forma de "U" y dos accesos, con un gran estacionamiento en el medio.

Ingeniería Sima, una petrolera local que se metió en el negocio inmobiliario, propiedad de la familia Manfio, adquirió el lote en 2011, antes del boom del shale, a cambio de urbanizar la meseta de Añelo, donde están ubicadas las cinco construcciones, terminando una sexta, ubicado en una zona que posiblemente tenga el mayor valor por metro cuadrado de todo el pueblo.

"Lo que estas empresas buscan es capturar al cliente flotante, nosotros le proveemos una base para que lo hagan", se entusiasma Germán Fernández, arquitecto de la obra, mientras explica al detalle el ambicioso proyecto al diario Río Negro.

Fernández cuenta que se trata de un concepto no muy común en el país, porque incluye un desarrollo urbanístico integral. Es que aquí no sólo funcionará un centro comercial, sino que habrá un hotel y también una zona destinada a un loteo residencial.

Más arriba en el faldeo de la barda, Sima ya construyó una serie de modernas casas en tiras que funcionan como "unidades de estadía prolongada". Las alquilan las firmas petroleras para que vivan allí sus trabajadores. A un costado, una cancha de fútbol con césped sintético invitando a abstraerse por un minuto del febril tránsito y ponerse los botines.

Al mediodía, el pueblo es un hervidero. Cientos de camionetas van a vienen desde la pequeña zona urbana a los yacimientos, donde se cocina a fuego lento el desarrollo no convencional.

La baja del precio del petróleo no parece haber detenido la actividad en Añelo, que funciona como un ser vivo dinámico. Y el sector inmobiliario es una prueba de ellos: hay decenas de obras en marcha en la localidad.

Fuente Vaca Muerta News y Río Negro.