En la Cumbre Internacional de Shale que se realizara en la capital Neuquina, a fines de junio, en uno de los paneles presentados encabezados por Verónica Staniscia, Responsable de Relaciones con la Comunidad de Shell Argentina, y Ramón Soto, intendente de San Patricio del Chañar, se relató una experiencia muy enriquecedora.

Con gran orgullo Staniscia contó su experiencia de trabajo, donde en el año 2012 la petrolera Shell llegó a San Patricio del Chañar para presentarse como futuros vecinos, comenzando a armar un relevamiento de las necesidades y la comuna les brindó información para generar proyectos sociales.

Durante este proceso, piquete por medio, manifestantes reclamaban trabajar en la industria petrolera. Se comenzaron a coordinar capacitaciones, generando una mayor confianza en la comunidad. En un trabajo “muy minuscioso, Shell además de financiar, se sentó con los proveedores para ver que necesidades del lugar podían capacitar, a corto, mediano y largo plazo”, logrando un “nivel de deserción súper bajo” en los cursados.

Sin prometer que conseguirían trabajo, sino que tendrían una mejor oportunidad con mayores herramientas para competir en el mercado laboral, obtuvieron una muy buena recepción de la comunidad.

“Desde el año 2012 cambiaron nuestros horizontes” afirmó el intendente Ramón Soto en el encuentro y acotó que “para un municipio que no es petrolero es todo nuevo”. Shell les acercó información, les contó acerca de su proyecto, de su intención de vincularse a la comunidad, “de cómo se extrae y como se explora”, les transmitieron conocimientos, generando una fuerte relación, impartieron charlas con su equipo técnico, surgiendo inquietudes.

Desde la comunidad se preguntaban “¿cómo hacer para estar en este mundo?”, contó Soto, surgiendo la primera demanda de empleo, lo que llevó a realizar un acuerdo de cooperación con Shell. “Nos pusimos el desafió de instalar un centro de capacitación en San Patricio del Chañar, lo que genero muchas expectativas. Nos sentamos a pensar para la gente, queríamos saber que pretendían las empresas”.

Tomando como parámetro las empresas que trabajan para Shell, se intentó capacitar para llegar a ocupar un espacio en ellas, exigiendo un 90% de asistencia y evaluaciones a los alumnos, con la intención de cumplir con las expectativas de los perfiles buscados. En la actualidad llevan tres ciclos de capacitaciones realizadas, estimadas en unos 6 meses cada una.

“Este acuerdo con Shell permitió ser claros con los vecinos, que no era una garantía de empleo que se capacitaran, sino una oportunidad, en un marco de seriedad”, dijo el intendente y cerró diciendo “Chañar es una localidad joven, dispuesta, buscamos el equilibrio de las bondades de trabajar la tierra”.

Con de 32 años de edad, Diego Fuentealba, con dos hijos, uno de 2 años y otro de 6 días, cuenta que Chañar es un pueblo joven con su misma edad, dedicado a la agricultura. Allá por el año 2000, cuando comenzaron a construir las primeras bodegas, dejó los estudios y comenzó a trabajar de tractorista, fue encargado de mantenimiento y encargado general de una chacra, “aunque la agricultura no generaba un bienestar económico”, aseguró.

Como ejemplo concreto Diego egresó de las capacitaciones dictadas en Chañar, entrando a la industria como Operador de Well Testing en la empresa Weatherford. Asegura que las capacitaciones fueron muy exigentes, sintiéndose muy agradecido por la oportunidad, trabajando actualmente en un pozo de Aguila Mora y El Rincón de la Ceniza, en pozos de Shell y también trabajó en YPF. Destaca la seguridad implementada por Shell, enfatizando que fue muy importante para él capacitarse y hablar el mismo lenguaje de la industria, esperando que se siga trabajando en este tipo de compromisos.

San Patricio del Chañar es una localidad de unos 6500 habitantes, distante a 50 kilómetros de la capital neuquina e igual distancia de Añelo, actual epicentro de Vaca Muerta. Esta experiencia permitió que varios de sus habitantes se sumaran a la masa laboral, así como a la industria del petróleo.