La crisis del crudo a nivel mundial castiga a las provincias productoras de hidrocarburos con una fuerte baja en sus niveles de recaudación y los gobernadores hacen malabares para pagar salarios, que se llevan hasta el 83% de los ingresos.

A pesar de que el precio interno del petróleo se mantiene en 77 dólares -contra los 45 del mercado internacional-, las provincias habían proyectado sus presupuestos sobre un valor de u$s 83, el nivel promedio del año pasado.

Según consignó Bae, los gremios vienen presionando a los gobernadores para reabrir las paritarias debido al alza en el costo de vida, pero los mandatarios ya avisaron que no habrá nuevo diálogo hasta al menos el 1 de enero de 2016, cuando se abra un nuevo período.

La situación golpea con mayor fuerza a las provincias con más actividad hidrocarburífera como Chubut, que controla el 25% de la producción nacional; seguida por Santa Cruz, con el 20%; Neuquén con el 18%; y Mendoza, con el 13%.

Un informe oficial del gobierno neuquino precisó que los ingresos reales de la provincia cayeron en 1.000 millones de pesos debido a la baja del precio del petróleo, fenómeno que se ve reflejado en la percepción de regalías y en la recaudación de impuestos locales.

La recaudación propia señala que si bien se mantiene la actividad económica, reflejada en el alza del impuesto a los Ingresos Brutos, el de Sellos -que marca la concreción de contratos en el sector petrolero- atraviesa una meseta.

El informe del Ministerio de Economía neuquino indica que tras restar las transferencias automáticas a municipios que representan unos $ 230 millones por mes y los fondos nacionales asignados a obras, el gasto en salarios representa el 83% de los ingresos con los que cuenta la tesorería.

El gobierno neuquino se vio obligado a principios de julio a salir a colocar Letras del Tesoro por 600 millones de pesos a una tasa nominal anual del 28,5 por ciento para hacer frente a compromisos como el pago de sueldos y aguinaldos.

En el caso de Santa Cruz, el gobernador Daniel Peralta le pidió a la Casa Rosada un incremento en la asistencia financiera extraordinaria, por lo que recibió en julio anticipos por por 280 millones de pesos y este mes ingresarán a las arcas provinciales otros 400 millones.

Ese dinero, que responde a anticipos de coparticipación, regalías y otras asistencias que Santa Cruz recibe está siendo depositados para hacer frente a salarios, según confirmó el propio Peralta.

Santa Cruz también siente el impacto de la reducción de regalías tanto por el freno en la producción hidrocarburífera como por la demora en las inversiones proyectadas de la mano de trasnacionales.

Con ese panorama, Peralta repite hasta el cansancio: “Estamos dejando 7 dólares por barril de nuestras regalías para sostener el precio interno del crudo y los empleos”.

Por otra parte, el gobernador del Chubut, Martín Buzzi, admitió el lunes 17 de agosto su preocupación por la caída del precio del crudo que se ubicó apenas por encima de los 40 dólares cuando llegó a estar a 114: “Afecta nuestra economía sobre todo en la zona sur de la provincia”.

Buzzi distinguió que “no todas las operadoras están en la misma situación ya que en el caso de YPF, por ejemplo, que no se rige por el precio internacional porque su producción está volcada al mercado interno, la situación no es tan complicada como otras”.

El mandatario recordó que la provincia tomó “algunas medidas como por ejemplo el mermar el aporte de regalías por parte de las operadoras para alentarlas a que no bajen equipos y mantengan el nivel de empleo”.

“No creo que el precio del petróleo suba por encima de los 100 dólares como estuvo el valor del barril, pero sí que se ubique de manera más o menos sostenida entre los 60 y 70 dólares, que parece un precio apropiado”, analizó Buzzi.