"¿Por qué no pongo un cajón de manzanas a la vera de la ruta?, ¿Qué pasaría con el petrolero que pasa: la comería o no la comería?, ¿Pararía a comprar tantas torta fritas como manzanas?, se preguntó Delia Nin, presidenta de la Asociación de Nutricionistas Neuquinas y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue.

La especialista trabaja junto a un equipo en el proyecto de investigación titulado: "Comida y Petróleo. Alimentación y estado nutricional de trabajadores petroleros con desarraigo en el área de Vaca Muerta, Neuquén, Argentina en la actualidad". La iniciativa fue validada por el comité de Bioética de la provincia.

El objetivo es estudiar el estado de salud de la población de adultos jóvenes entre 18 y 45 años abocado a las tareas en pozos, con turnos rotativos. "Estamos trabajando en conjunto con YPF para que conozca y reconozca este proyecto y lo pueda transmitir a las contratistas y definir el área de campo. Seguramente va a ser en un área cercana a la ciudad de Neuquén", afirmó Nin. Estiman que en julio de 2017 tendrán resultados de la investigación.

"Estos adultos jóvenes van a vivir en espacios distintos durante determinado tiempo. Siete o catorce días en un territorio donde van a trabajar y los turnos son rotativos. Luego vuelven a la casa. En esta modalidad de trabajo surgen trastornos en los consumos, y uno de los consumos son los alimentos", precisó Nin.

Y agregó: "Datos secundarios que nosotros pudimos observar es que desde el ingreso al diagrama (14x7 o 7x7) hasta un año o dos posteriores la persona va sistemáticamente aumentando el peso. Hay un vínculo directo entre la modalidad de trabajo y el aumento de peso. Eso es lo que queremos estudiar, el porqué."

No sólo se analizará el consumo de alimentos de los trabajadores petroleros sino que también se estudiará la historia alimentaria de su hogar, y los patrones alimentarios.

"Una de nuestras hipótesis es que influiría la disponibilidad económica en la variación de comida y en la compra fuera del hogar. Esta persona si puede acceder a una rotisería también tendría capacidad de compra. Esta capacidad permite abrir un abanico más grande de comida. Las comidas más caras tienen más contenido en carne que de verduras", explicó la docente.

Sostuvo que a partir del análisis de los resultados buscarán intervenir y trazar estrategias "para resolver el tema de la malnutrición de estas personas."

Fuente Rio Negro