Con la baja del precio del crudo a nivel internacional, el gas se convirtió en la atracción para el negocio petrolero en Argentina y el fluido alojado en formaciones no convencionales será el gran imán para la atracción de dólares.

Para lograr atraer inversiones, la clave está en el precio. Desde hace doce años, los proyectos shale y tight cobran alrededor de 7,5 dólares el millón de BTU, compuesto en parte por el precio efectivo de venta y completado con subsidios nacionales.

Sin embargo, el reciente fallo de la Corte Suprema debido al incremento desmedidos de las tarifas, amenaza con herir estos desarrollos ante la falta de un valor concreto para el gas y el atraso en los pagos de las compensaciones.

El gobierno de Mauricio Macri reconoció un precio alto en boca de pozo y en el caso neuquino, duplicó el valor promedio ponderado que se pagaba antes de entrar al sistema. El problema es que con el tarifazo suspendido luego de decenas de amparos y el fallo de la Corte Suprema las operadoras siguen sin poder cobrar el precio efectivo de 7,5 dólares.

Dos empresas que trabajan en la cuenca confirmaron al diario "Río Negro" que ese dinero no se paga desde principios del 2016. El subsidio depende del precio que se obtenga, pero es un número que superaría los 150 millones de pesos al mes.

Si bien las empresas reconocen que el gobierno nacional durante el 2016 decidió cancelar con bonos las deudas arrastradas sobre este plan, aclararon que esos papeles tienen limitaciones para hacerse líquidos, con lo cual hay barreras para que el dinero termine en los pozos. Además, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, les hizo pagar los costos de la devaluación: los títulos que recibieron se dolarizaron al tipo de cambio actual.

Según confirmó el propio CFO de YPF, Daniel González, en la última conferencia con inversores, YPF aún debe percibir unos 100 millones de pesos mensuales desde el arranque del año en concepto de estos planes. Pan American Energy también advierte en su último balance que ese dinero no le fue pagado, aunque no le pone un número.

Sin embargo esta semana se conoció una buena noticia para las operadoras. El gobierno nacional modificó el presupuesto y designó 11.500 millones de pesos para hacer frente a los subsidios comprometidos con las petroleras. Casi el 70% de ese Total se utilizarán para cumplir con los atrasos que arrastra el Plan Gas.

Pese al anuncio son varias las operadoras que creen que con este escenario, “el año está perdido”. Es que no esperan grandes movimientos hasta que no se resuelva el tema de las tarifas. También advierten que el costo del capital todavía es alto para Argentina, lo que explica por qué las compañías buscan compensar vía precios.

Según el último aumento fijado por el gobierno ahora suspendido el precio del gas para la Cuenca Neuquina debía quedar en alrededor de 5,3 dólares el millón de BTU.