El miércoles 31 de agosto se llevó a cabo la reunión entre los sindicatos petroleros y los directivos de YPF, donde se analizó la situación del sector, que se calificó de muy grave.

Desde los gremios, esperan que el arribo del presidente Mauricio Macri de China, pueda traer alguna solución ante la baja en la actividad. Las operadoras aseguran que no pueden comprometerse a mantener sus planteles con los actuales precios del crudo y con los valores del gas congelados.

“La situación es gravísima. Nosotros queremos que nos expliquen de qué manera vamos a llegar a fin de año y que exista un compromiso de parar con los despidos”, explicó el titular de Petroleros Jerárquicos, Manuel Arévalo, en declaraciones a la prensa y reconoció que también habrá trabajo interno para transmitir lo que las firmas esperan que se mejore en el campo.

“Reconocemos que hay una situación muy delicada en la industria por lo que todos conocemos, y las empresas están empeñadas en bajar los costos y quieren que todos pongamos algo. El tema es que nosotros planteamos que no haya compañeros despedidos”, agregó Arévalo.

“Lo que tenemos claro es que los sindicatos estamos todos juntos y tirando para adelante, no queremos que la variable de ajuste sea el trabajador”, concluyó.

Arévalo, junto al titular de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, participó de una reunión con el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, y el CEO de la compañía, Ricardo Darré. El encuentro fue solicitado por los gremios de la Cuenca Neuquina, que están afuera del plan de lucha lanzado por el resto de los sindicatos del país, y se extendió por más de dos horas.

No hubo definiciones sobre puntos concretos. Si hubo acuerdo para volver a reunirse la próxima semana y cruzar la invitación al presidente Macri. Los representantes de los trabajadores buscan un definición que se transmita a los mandos medios y que arroje algo de luz a la delicada situación.

Por el momento los sindicatos de la Cuenca Neuquina prefieren avanzar por separado en los encuentros. Argumentan que existen situaciones diferentes y refuerzan la idea de que Vaca Muerta tiene las respuestas al problema energético del país.

Las empresas insisten en la necesidad de mejorar sus costos y apuntan a optimizar la productividad en los campos petroleros. Para esto pidieron la colaboración de las conducciones sindicales.