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Preocupa el crecimiento del consumo de sustancias ilegales en yacimientos petroleros

La situación fue analizada en el congreso del IAPG. Las operadoras realizan controles exhaustivos y sorpresa en los yacimientos. A la droga, se le suma la prostitución, el juego y las sectas, como efectos no deseados de la actividad.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

Médicos y especialistas de empresas petroleras debatieron sobre el crecimiento de las adicciones en los yacimientos petroleros.

Reunidos en el 3º Congreso Latinoamericano y 5º Nacional de Seguridad, Salud Ocupacional y Ambiente en la industria de los Hidrocarburos, que se llevó a cabo del 23 al 26 de agosto en Buenos Aires, profesionales y especialistas hicieron hincapié en el avance del consumo de sustancias ilegales, el juego la prostitución y las sectas en los yacimientos petroleros

En la nota, publicada en el diario “Río Negro”, por Federico Aríngoli, se expresa que existen cuatro “plagas” que acechan al upstream: el juego, la prostitución, la droga y las sectas.

Cabe resaltar que desde hace unos años las operadoras destinan mayores porciones de sus presupuestos en programas de detección y tratamiento de adicciones. Son propuestas integrales, con foco en la persona, pero que también persiguen el objetivo de elevar los niveles de seguridad en las operaciones.

Mientras edifican estadísticas propias, las compañías se apoyan en estudios generalizados sobre los efectos del consumo de alcohol y drogas en el mundo laboral. Para ello, citan un un trabajo de la ONU donde se afirma que el 70% de los trabajadores que tienen problemas con el consumo de sustancias, por ejemplo, multiplica por cuatro la media de ausentismo o tienen un rendimiento 30% menor al resto de sus compañeros

En la actualidad, las operadoras realizan controles in situ, sorpresivos y por sorteo. Exxon, YPF o Shell, impulsan políticas de drogas o alcohol cero y utilizan los exámenes para evitar accidentes y para ofrecer al operario un tratamiento, pero si el consumo se detecta en un examen preocupacional, el postulante no trabajará nunca en esa empresa.

En el caso de la petrolera estatal, se montó un programa de salud integral al que destina 28 millones de dólares anuales (unas 20 veces menos de lo que destina una provincia como Neuquén) para un plantel de 450 profesionales distribuidos en 10 regiones, con los que busca alcanzar a una población superior a los 60.000 trabajadores de todas las áreas de YPF.-

El doctor José Luis Cristini, jefe del Servicio Médico de YPF, presentó organizado por IAPG, los primeros resultados del “Programa de prevención de consumo de sustancias psicoactivas con impacto en el ámbito laboral”.

Cristini explicó que si bien recién relevaron el 32% de los trabajadores en alcoholemia y el 6% por drogas, los resultados no fueron alarmantes.

Al preguntarle por la afirmación del secretario general del gremio petrolero, Guillermo Pereyra, que asegura que un 40% de los trabajadores tendrían problemas de adicciones en los campos de la Cuenca Neuquina, el médico dijo que por el momento no pueden confirmar ni descartar esos números.

Otro de los puntos tratados en el congreso fue la relación con los sindicatos, en donde se coincidió en destacar la buena predisposición de las organizaciones gremiales. Cianis, director médico corporativo de Exxon, explicó el mecanismo de controles que aplica la compañía desde la década del 80 y comparó a la industria petrolera con lo que ocurre en el sector de la medicina de urgencias, donde también son frecuentes los altos índices de consumo.

Cianis remarcó el aumento general del consumo y el corrimiento de las drogas más reconocidas, como marihuana y cocaína, hacia las sustancias sintéticas. Indicó que, al comparar los números, del examen preocupacional que realiza la compañía se puede observar que a fines de los 80 los casos positivos apenas eran el 1% mientras que pocos años después, la cifra se elevó al 8%.

Las políticas implementadas por las principales operadoras son de aplicación espejo. Esto quiere decir que las mismas reglas y límites que fija para su personal es condición de exclusión para firmar con sus contratistas.

Por ejemplo YPF, si bien no exige los mismos programas médicos, sí requiere que las empresas con las que celebra contratos, al menos, tengan algún tipo de programa similar orientado a la detección y el control del consumo de sustancias.

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