Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se impartieron órdenes precisas a Gendarmería Nacional para garantizar el libre tránsito en la región, quienes juntos a la policía provincial, mantienen una presencia permanente.

Para la gente de las comunidades aseguran que se “militarizó la zona” y están totalmente en disgusto, a tal punto que viajaron hasta la capital neuquina para encadenarse a las oficinas de Gendarmería Nacional.

Para gremios como la Uocra, que simplemente cortaron un par de horas días atrás, fueron intimados que si no levantaban en un par de horas iban a ser retirados de la vital arteria, como lo es la Ruta Provincial 7, donde a tempranas horas de la mañana se había formado una intensa cola de varios kilómetros de mini buses, colectivos, camiones y vehículos particulares.

Los Campo Maripé, una de las más antiguas comunidades mapuches, administran desde hace años una barrera dentro de su supuesto territorio y cobran a las empresas que desean circular desde la Ruta 51 a la Ruta 7, a la altura de la localidad de Añelo, caso contrario se deben realizar unos 70 kilómetros para poder cruzar el río Neuquén.

Hay que destacar la falta de participación activa de la provincia para resolver este conflicto definitivamente, donde se desconocen a ciencia cierta cuantos kilómetros cuadrados posee cada comunidad, de las tres o cuatro que aseguran que sus antepasados vivían aquí desde hace cientos de años. Los únicos que pueden mostrar algún papel son los Campo Maripé, aunque ningún papel asevera cuales son los límites reales de su territorio, del resto se desconoce.

Desde la provincia salieron al cruce que únicamente se buscan razones económicas, asesorados por abogados que impulsan el conflicto para llegar a un acuerdo, el cual YPF y la provincia parecen en esta ocasión no van a ceder.

Cabe señalar que desde fuentes de la comunidad Campos Maripé indicaron que “el ingreso de la Gendarmería se dio sin orden judicial con el fin de garantizar el libre acceso de las camionetas y los equipos que desarrollan tareas dentro de los yacimientos de la cuenca Vaca Muerta. Cortaron los accesos que son caminos comunitarios, y prometieron represión si no permitían trabajar a los operarios de YPF”.

Desde la comunidad también hablan de “escalada de violencia”, aunque desde Gendarmería indicaron que ellos están para garantizar la paz social y el libre acceso a los yacimientos.