Distintas operadoras y empresas petroleras buscan optimizar los trámites de permisos ambientales a la hora de perforar.

En la actualidad, las petroleras realizan dos tipos de presentaciones: informes y estudios. Los primeros refieren a proyectos de impacto acotado en uno o dos pozos y los segundos se requieren cuando el plan a desarrollar puede llegar a tener mayor afectación, como plantas de tratamiento y otras instalaciones.

Como ejemplo puede repasarse que en los últimos cuatro años sólo en la formación Vaca Muerta se terminaron, en promedio, unos 120 pozos y se cree que en una etapa masiva de desarrollo ese número podría multiplicarse por diez veces más.

Las operadoras cuestionan el tiempo que toma el modelo actual. Incluso explican que al extenso cronograma se suman reiterados contratiempos como medidas de fuerza en la administración pública que impiden la presentación de expedientes o aclaraciones sugeridas desde la cartera ambiental. También mencionan los plazos de publicaciones obligatorias en el Boletín Oficial que se hace cada viernes, donde un mínimo atraso puede terminar en una demora de dos semanas.

Cabe señalar que para desarrollar tanto el shale como el tight se necesitan de planes de perforación de tipo factoría con diseños de decenas de pozos en períodos cortos de tiempo. Actualmente el esquema que utilizan las principales compañías, que se denominan pad, son proyectos de cuatro a seis pozos en una misma locación, donde antes sólo se perforaba una vez.

Las petroleras están proponiendo una licencia ambiental global que podría implementarse con la legislación actual. Para su puesta en marcha desde la subsecretaría de Ambiente vienen reuniéndose con al menos tres operadoras que serían las primeras en aplicarlo.

“Lo que buscamos es que en vez de que se presenten informes por proyectos individuales, las petroleras pasen a entregar estudios con sus planes generales”, indicó al diario “Río Negro”, Juan de Dios Lucchelli, subsecretario de ambiente de la provincia de Neuquén. Las compañías suelen definir sus planes anuales de inversión (perforación y mantenimiento) a fines del tercer trimestre, por lo que tendrían tiempo de hacer una presentación unificada.

No obstante, desde el gobierno neuquino quieren que los estudios ambientales que se presenten abarquen períodos más extensos. Por ejemplo los proyectos pilotos generalmente contemplan desarrollos de tres a cinco años con la instalación de infraestructura de superficie. Pero de las 26 concesiones no convencionales otorgadas por la provincia la mayoría funciona con la presentación de informes porque están en etapa de deriskeo (análisis de la roca).

El equipo de Ambiente de la provincia descarta que se trate de una flexibilización en la regulación ambiental y aseguran que con la presentación de estudios no sólo mejorarán los tiempos administrativos sino que se confeccionarán registros más complejos y de mayor calidad técnica.

En esta línea enviaron una circular a las operadoras y al Colegio de los profesionales del Ambiente para jerarquizar las presentaciones. “Buscamos que se eviten las repeticiones de los estudios base. Ocurría que con la presentación de informes, como a veces es la misma área y sólo se agregan nuevos pozos, los expedientes repetían lo ya informado. Con los estudios globales se generará un contenido pormenorizado y de mayor calidad”, explicó Lucchelli.

También se resalta que el eje de los estudios ambientales son las audiencias públicas. A diferencia de los informes, que solo exigen la publicación de edictos en el Boletín Oficial y en los diarios locales, los estudios también incorporan una instancia de participación ciudadana. Este año, aseguraron desde el área, se realizaron 11 audiencias.

La implementación de la licencia ambiental global bajará el número de expedientes y desburocratizará las presentaciones.