La caída de la producción de petróleo es un dato que sigue repitiéndose en los yacimientos del país. Desde hace años los campos maduros siguen cayendo sin encontrar piso, a pesar de que
los precios internacionales comenzaron a recuperarse desde fines de 2017.

Aún con este escenario, la curva de extracción de crudo sigue mostrando números negativos que podrían ser peor para la Cuenca Neuquina que tiene un mejor rendimiento apoyado en los no convencionales.

Según los datos de febrero, los últimos disponibles oficialmente, la provincia de Neuquén produjo 5,7 millones de metros cúbicos en los doce meses: unos 35 millones de barriles. Si se lo compara con el mismo período pero del año anterior, la cuenta indica que la producción cayó un 2,8%.

El porcentaje significa 167.256 metros cúbicos menos, un volumen que puede traducirse en unos 2.900 barriles diarios. Si bien, en comparación con otras cuencas fue una buena performance, el mayor impacto se produce cuando esa producción se traslada a precios y regalías, señala el informe del diario “Río Negro”.

Tomando un valor promedio, calculado por distintas operadoras para sus balances, de 55 dólares por barril para 2017 la cuenta indica que la industria petrolera neuquina perdió el año pasado unos 57 millones de dólares. Si las cuentas se analizan desde el mostrador del gobierno provincial, la caída productiva significó la pérdida de 6,9 millones de dólares en concepto de regalías.

La contracara fueron los números del gas. Los datos oficiales indican que a febrero de 2018 Neuquén consiguió un crecimiento del 2,1% en la comparación anual. El número no es menor ya que la provincia entrega la mitad de la producción del país.

Para ponerlo en perspectiva, el crecimiento del gas significó que se produzcan alrededor de 1,2 millones de metros cúbicos diarios más que en el mismo período del 2017.