Hasta el 2017, el escenario del sector mostraba dos grandes inconvenientes. El más urgente era la ampliación de los gasoductos que permitan comercializar la producción y que se ha visto solucionado en parte con la ampliación del Gasoducto del Pacífico y la inminente puesta en marcha de la red de comercialización propia de Tecpetrol y el anuncio de Transportadora Gas del Sur (TGS) de tender una nueva línea.

Otro de los inconvenientes es la falta de mercado para el gas. El balance del primer trimestre del año marcó que la producción de gas natural subió un 3,4% en comparación con el mismo período del 2017, impulsada con gran fuerza por los no convencionales de Vaca Muerta.

Pero esta mayor oferta choca con la caída en la demanda potenciada en segmentos como el residencial por el efecto de los incrementos tarifarios y la la sospecha de que la devaluación registrada en las últimas semanas impactará en el sector industrial que hasta el momento mostraba un mayor consumo.

Ante esta situación, en el ministerio que comanda Juan José Aranguren pusieron en marcha dos planes. El más avanzado se centra en una adenda del contrato de importación de gas que rige hasta 2026 con Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), para morigerar la cantidad que Argentina adquiere durante el verano y liberar así cupo para la producción local.

La negociación se centra en la contrapartida de incrementar los volúmenes que se importan durante el invierno reconociendo incluso una mejora en el precio, que para este invierno estaba estimado en 6,07 dólares por millón de BTU, señala la nota del diario “Río Negro”.

Estas negociaciones están tan avanzadas que según indicó a la prensa de su país el embajador boliviano en Argentina, Normando Alvarez, se estarían sellando antes de fin de mes.

El otro programa está en análisis y podría acelerarse en función de la coyuntura económica nacional que demanda del ingreso de divisas. Se trata de una modificación en las regulaciones de las exportaciones para que antes de fin de año comience el envío de gas a Chile. De momento sólo hubo un par de envíos mínimos y coyunturales por medio del swap energético, pero desde la cartera de Aranguren se aseguró que se avanza en modificaciones que permitan a las operadoras pautar contratos firmes con el país trasandino para este verano.

Desde la cartera de Energía se afirmó que la ecuación cierra por donde se la mire pues representa por un lado la continuidad laboral para los operarios de Vaca Muerta y por el otro, el ingreso de dólares al país.

La ampliación virtual, por medio de una mayor compresión, del Gasoducto del Pacífico, termina de cerrar el plan, pues según precisaron desde la firma CGE “estarará lista antes de fin de año”.