Luego de meses con actividad casi nula, la cantidad de fracturas en junio se incrementó un 600% y, con un alza mensual del 600%, cerraron el mes en 196 etapas completadas.

Los datos corresponden al informe especial que elabora el country manager de NCS Multistage, Luciano Fucello, y contabilizan los trabajos en la formación no convencional en el mes recientemente finalizado.

Del detalle de trabajos en Vaca Muerta, se desprenden que fueron realizados en junio por sólo dos empresas y ambas extranjeras: Shell y Chevron.

En el caso de la firma norteamericana, siguió adelante con su proyecto piloto en el bloque El Trapial, un área convencional en donde Chevron busca reconvertirla con el shale. Allí la firma realizó en este mes 48 etapas de fractura.

Por el lado de la angloholandesa Shell fue la que concentró el grueso de la actividad de fractura en este mes. La operadora sumó 148 etapas de fractura al pad de pozos que el mes pasado había comenzado a fracturar en Bajada de Añelo.

Un dato a destacar es que todas las etapas de fractura fueron realizadas por una empresa de servicios especiales, Halliburton, cuando hace algunos meses era normal que sean al menos cuatro las firmas que realizaban esos trabajos.

A pesar de esta reactivación, el ritmo de los trabajos se encuentran aún muy lejos de los niveles promedio que mantenía antes del inicio de la pandemia de coronavirus, cuando las etapas de fractura tenían un piso de unas 400 por mes y con el trabajo de múltiples operadoras y empresas de servicios, precisa la nota de Victoria Terzaghi, en el diario “Río Negro”.

Ahora, con el endurecimiento de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se podría volver a frenar al sector petrolero si se vuelve a desplomar los niveles de consumo de combustibles.

Ante esta situación, las operadoras se mantienen aún un pausa la mayoría de los desarrollos de nuevos pozos y de cara a julio, sólo está en carpeta que Chevron finalice con la fractura de sus pozos piloto.