La producción de gas no convencional de Vaca Muerta se verá beneficiada por la transición a energías más limpias y brinda una oportunidad única para el desarrollo de los no convencionales.
La afirmación pertenece al referente del Baker Institute, Franciso Monaldi, durante el Energy Forum que organizó esta semana la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham Argentina).
Monaldi advirtió que se requieren de inversiones constantes para no dejar pasar esta oportunidad. “El Covid-19 parece haber acelerado un proceso de transición energética que es necesario por el cambio climático, que hace que se vaya de una crisis a un cambio estructural que llevará a una caída de la demanda de petróleo en el mediano plazo pero también del gas en el largo plazo”, indicó.
Y advirtió que este escenario “añade una gran incertidumbre a un sector que de por sí ha tenido una gran volatilidad”.
En ese sentido, explicó que “parece inevitable que caigan las ingresos del sector, pero en el corto y mediano plazo no es descartable que haya un período de alto precios porque las inversiones se vienen recortando en los últimos años y al activarse la demanda se verá un mayor precio”.
Esta aceleración del proceso de transición energética genera un efecto sobre los países de Latinoamérica que en algunos casos será perjudicial como sucederá con los grandes productores de petróleo de la región como Venezuela y Guyana, pero que al contrario beneficiará a algunos países productores de energías renovables y también de litio como es el caso de Argentina, señala la reseña en el diario "Río Negro".
Monaldi advirtió que “la apertura al capital privado debería darse con más énfasis porque la ventana de oportunidades se cierra y las empresas locales no están en condiciones de hacer las inversiones necesarias” y remarcó que “a medida que se reduzcan las rentas las empresas estatales van a estar en peores condiciones”.
En ese camino, el referente del Baker Institute aseguró que “Argentina tiene un potencial enorme: es uno de los mejores shale del mundo, tiene capital humano, las empresas líderes, mejoras en la productividad importantes, pero retos como las políticas macroeconómicas, los cambios en las regulaciones y dificultades para financiar la infraestructura, en especial de gas”.
Para Monaldi “hay una ventana de oportunidades que se cierra y Argentina tiene que ser competitiva en costos y reducir las emisiones de gas invernadero para ser competitivos en el mundo”.
Pero cuenta con un punto a favor adicional: “la ventaja del shale es que son inversiones de ciclo corto y eso se diferencia con la típica inversión como aguas profundas de Brasil que son a 20 ó 30 años. Esto reduce los riesgos de los pero obliga a los gobiernos a permanentemente mantener condiciones competitivas porque de lo contrario se para inmediatamente la inversión y cae la producción”.
En este sentido, agregó que es necesario un gran consenso en el país para aprovechar esta ventana de oportunidades que tiene Argentina por las próximas dos o tres décadas.
Compartinos tu opinión