El Grupo Techint tiene todo listo para empezar a producir los tubos de acero con costura que se utilizarán para construir el gasoducto Néstor Kirchner, que transportará la producción de Vaca Muerta hasta Salliqueló.
En una conferencia de prensa, organizada por la Unión Industrial Argentina, el director de grupo industrial, Luis Betnaza, señaló que “se está capacitando a la gente, se han puesto las órdenes de compra para la chapa y diría que vamos a estar con una logística muy estresante porque estamos hablando de que van a estar saliendo en el orden de 180 camiones diarios de tubería de la planta de Valentín Alsina”, calculó.
El ejecutivo de Techint repasó las dificultades del proceso, pero se mostró optimista para la concreción de los plazos. “En principio, estamos a régimen como para llegar en tiempo y forma al plazo que hemos puesto para el próximo invierno”.
Para ello, a poco de cumplirse un mes de la firma de los contratos, en la planta de la firma Tenaris Siat (del Grupo Techint) se alista para emprender un ritmo de producción y la misión es cumplir con el pedido de los tubos para completar el tramo de 583 kilómetros entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueó (Buenos Aires).
Para ello se crearon 300 puestos de trabajo (que se sumaron a los 120 preexistentes) y se iniciaron las capacitaciones del personal, sobre todo, las destinadas a los técnicos soldadores que se encargarán de las costuras.
En la terminal se organizaron tres turnos diarios y esquemas para cubrir los 7 días de la semana. El objetivo es producir 60 kilómetros de tubos al mes. Tal como mencionó Betnaza, ya se concretaron los pasos administrativos para recibir las chapas provenientes de Brasil, que según publicó Los Andes, empezarían a llegar en las próximas semanas.
En la compañía ya anticipan las dificultades en la logística. “Estamos trabajando para ver si podemos despejar algo para poder usar el ferrocarril como medio de transporte”, dijo Betnaza.
Durante el encuentro, que se celebró en la sede de la UIA, se plantearon las cuestiones a atender para aprovechar las oportunidades en torno al yacimiento, considerado la segunda reserva de gas no convencional del mundo.
“El desarrollo de Vaca Muerta es un desarrollo que va a demandar decenas de miles de millones de dólares anuales. Es una magnitud que está fuera de escala de lo que nosotros manejamos en la Argentina”, dijo Betnaza, para luego señalar que se trata de un proyecto que “tiene niveles de compromiso enormes y eso va a requerir de posibilidad de acceso a capitales y reglas de juego en cuanto al régimen impositivo que faciliten la toma de riesgo”.
El directivo de Techint subrayó que “Vaca muerta puede revolucionar a la Argentina” pero, advirtió, que se deben “minimizar el impacto que pueden tener las externalidades no ligadas” a la actividad.
Pero las oportunidades que ofrece Vaca Muerta están sujetas a una ventaja temporal, tal como lo indicó uno de los integrantes de la UIA. “La ventana de tiempo que tenemos para utilizar Vaca Muerta puede ser de entre 30 o 40 años como máximo, porque la tecnología va cambiando. Si no utilizamos esa ventana, pasará a ser un recurso que quedó enterrado”, apuntó Miguel Rodríguez, secretario de la central industrial.
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