El Ministerio de Hidrocarburos y la Dirección de Minas de Chubut deben definir si la extracción de arenas silíceas será considerada como actividad minera de “primera categoría” o de “tercera categoría”.

La diferencia no es un dato menor, ya que esta última no obliga a pagar regalías a sus extractores. Pero en el caso de que sea de “primera categoría”, las empresas explotadoras deben deducir una regalía al Estado provincial.

Las arenas son un insumo fundamental en la perforación de pozos “shale” que se lleva a cabo en la formación Vaca Muerta, fueron descubiertas hace pocos años a unos 90 kilómetros de Dolavon, sobre un área cercana a la Ruta 11, en la meseta chubutense.

Desde entonces, los cateos y desarrollos de algunas empresas mineras de menor porte pasaron casi inadvertidos. Sin embargo, bastó que en abril la petrolera nacionalizada YPF anunciara que estaba en vías de instalar una planta en la zona del Valle inferior en Chubut para extraer arenas silíceas para utilizar en Vaca Muerta.

YPF, por intermedio de una empresa subsidiaria, Cimsa S.A., compró un campo con alto contenido de arenas silíceas y luego anunció que instalaría una planta de arenas.

La polémica surgió cuando trascendió que YPF no haría en la provincia mucho más que el acopio de las arenas para luego trasladarlas vía terrestre.

Fuentes no oficiales de la compañía aseguraron que las palabras del gobernador Buzzi, que la semana pasada pidió públicamente que la empresa “deberá convencer que el proyecto vale la pena”, no cayeron bien en en Puerto Madero.

Además de YPF/Cimsa, hay dos empresas de menor porte ya están extrayendo y procesando este mineral: se trata de La Porfia, una empresa local que pertenece a Ricardo Romero, un empresario de Dolavon. Y Transportes Rada Tilly, una empresa comodorense propiedad de la familia Peralta, uno de cuyos socios es el conocido Carlos Aníbal, presidente de la CAI Comodoro, según se consignó en el diario Jornada, de Chubut.

La Legislatura de Chubut debate desde hace algunas semanas el emprendimiento que la petrolera YPF proyecta en esa provincia para explotar seis canteras de arena silícea, una materia prima excluyente para perforaciones de hidrocarburos convencionales y shale, y que actualmente se importa.

La discusión entre el oficialismo y la oposición está centrada en determinar qué ganancias le dejará a las arcas locales la extracción de esas arenas y la posibilidad de que esa actividad sea considerada como “minería de primer nivel” por lo que la compañía debería dejar regalías.

El principal proveedor de esa materia es China, para lo cual se gastan actualmente unos 400 millones de dólares. Según los cálculos de YPF, la explotación de los yacimientos chubutenses en discusión hará que a fines de 2016 se alcance el autoabastecimiento. La firma proyecta una inversión de 150 millones de dólares y busca abaratar los costos de las perforaciones para shale. Un pozo vertical actualmente cuesta unos u$s 7 millones, mientras que un pozo horizontal puede valer el doble.

Un grupo de diputados provinciales del Frente para la Victoria de Chubut (Fpv) presentaron la semana pasada un proyecto de ley para regular la extracción de arenas silíceas de seis canteras del Valle inferior, que será lavada y acondicionada en la cantera para transportarla a las provincias de Neuquén, Río Negro y otros destinos, incluyendo su utilización en la región.

El legislador Exequiel Villagra, su impulsor, sostuvo que “esta iniciativa constituye una oportunidad para la generación de empleo local y como tal no debe ser desaprovechado”.

Entre otros puntos, se solicita al Poder Ejecutivo que asegure la inmediata colocación de balanzas fijas en lugares estratégicos vinculados a la extracción de arenas silíceas que permitan el control de las cargas admisibles permitidas por la Ley de Tránsito 24.449.

Por otro lado, se exige desarrollar un sistema de transporte marítimo regional e internacional que emplee los puertos patagónicos.