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Siguen los monitoreos por sismos en Vaca Muerta

En la zona de Añelo y Sauzal Bonito se monitorean los temblores. Se esperan estudios concluyentes que arrojen certezas sobre el origen de la actividad sísmica.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

La localidad neuquina de Sauzal Bonita, lindante al yacimiento Fortín de Piedra, operado por Tecpetrol, se hizo conocida en el año 2019 por el incremento de sismos que para algunos son consecuencia de la fractura hidráulica y para otros, de una falla geológica en la zona.

Esta situación llevó al gobierno de Neuquén a instalar dos sismógrafos a mediados del 2019 para monitorear la situación.

Ahora, en plena cuarentena, los sismos disminuyeron y los vecinos aseguran que con el parate de la hidrofractura (fracking) también descendió la actividad sísmica. Mientras tanto, no hubo novedades de la red de sismógrafos que anunció la Provincia, con la que se recolectaría la información que despejaría las dudas.

La subdirectora del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), Silvana Bustos, explicó que no solo es probable, sino posible que la baja de la actividad en Vaca Muerta esté vinculada al descenso de sismos. Pero resaltó: “no se puede confirmar científicamente porque requiere más datos técnicos”.

Bustos también aclaró que los sismos de menos de 2,5° solo son informados al Gobierno provincial por un pacto de confidencialidad. Esos temblores, los llamados "microsismos", son los que permiten estudiar la evolución de una zona, porque se puede "dibujar" el camino de los temblores y notar si hay modificaciones que se vinculen a la actividad humana.

Para un grupo de científicos, la vinculación entre la hidrofractura y los sismos se muestra con lo sucedido en el último tiempo. Se trata de Daniel Zuñiga, Javier Grosso y Gustavo Gimenez, de la Universidad del Comahue; Guillermo Tamburini de la Universidad de la Patagonia Austral - Conicet y Joaquín Vázquez Marín, de la Red Geocientífica Chile.

Relevaron que ocurrieron siete sismos en diciembre, dos en enero, tres en febrero, dos en abril y otro en mayo. El primero del mes pasado sucedió el 4, a 9,5 kilómetros de profundidad, se sintió en Añelo, tuvo una magnitud de 3,1°. El segundo fue cinco días después. Este tuvo una magnitud de 2,1° y sucedió a 10 kilómetros de Sauzal, después de que no se registrara actividad desde finales del año pasado, cuando los temblores se "trasladaron" al norte de Añelo. En este sector fue donde sucedió el sismo de hace cinco días, que tuvo 2,8° de magnitud y se dio a 5 kilómetros de profundidad. Grosso explicó que los movimientos van condiciendo con el trabajo de los pozos del sector donde se registran, señala la nota de Virginia Trifogli en el diario “Río Negro”.

El geógrafo explicó que se basan en los informes de la Secretaría de Energía, que indican que desde diciembre no hay fracturas al sur de Añelo, lo que coincide con la ausencia de sismos en Sauzal y el incremento al norte de la localidad conocida como "el corazón de Vaca Muerta". Aclaró que el último reporte al que tuvieron acceso es al de febrero.

En concordancia con el géografo Grosso, los vecinos también hacen el mismo razonamiento, pero por sus vivencias diarias. Roberto, uno de los miembros de la comunidad Wirkaleu que reside en Sauzal Bonito, aseguró que no han percibido temblores en el último tiempo. Lucas, otro vecino de la localidad, contó lo mismo.

Para tener respuestas más certeras sobre los temblores, es necesario que se complete la red anunciada de 26 sismógrafos -de los cuales hay dos- para poder tomar datos con precisión, recolectarlos durante un año y empezar a elaborar conclusiones.

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