Gustavo Ammann, titular de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Neuquén (AEGHN), trazó un panorama sobre la difícil situación de ambos sectores, de los más afectados por la pandemia del COVID-19.

En diálogo con Vaca Muerta News, el presidente de AEGHN afirmó que hay que impulsar una “cuarentena inteligente”, atendiendo no solo la situación sanitaria, sino también la económica, “para encontrar un equilibrio y considerar otros aspectos que hasta el momento no se están considerando”.

“Estamos en un sector de la economía que es el sector hotelero y gastronómico que ha sufrido de manera tremenda las consecuencias de esta cuarentena, con actividades con cero ingresos desde el 20 de marzo y la hotelería en situación similar desde hace cien días”, dijo.

“En el caso de la gastronomía se está intentando moverse con el take away (comidas para llevar) y delivery, con la posibilidad a la noche de la cena, en una horario de 20 a 22 horas. Igualmente, estamos sin remontar, con poca actividad, entre el 8 y 20% y con algo más de actividad en la cervecería. Pero en líneas generales, no resulta interesante ni rentable, en la expectativa y necesidad de la gastronomía”, agregó Ammann.

“En el caso de la hotelería, es poco lo que podemos decir. Hay cero actividad y grandes dificultades hasta que no haya conectividad, funcionamiento de líneas aerocomerciales y no se permita la circulación con cierta libertad en todo el país. Es una perspectiva muy mala”, reconoció.

Consultado sobre el movimiento en áreas hidrocarburíferas, Ammann dijo que “después de septiembre del año pasado, con el congelamiento del precio de los combustibles, el sector no ha tenido desarrollo. A posteriori llega la crisis del petróleo a nivel mundial y hasta ahora, la iniciativa de un barril criollo, no ha tenido resultados. Aún en los lugares de trabajo hidrocaburífero, la situación es realmente mala, hay muy poca actividad, por no decir cero”, reconoció.

En referencia al mantenimiento de fuentes de trabajo en el sector hotelero Ammann señaló que se ha mantenido la nómina del personal. “Se está haciendo el soporte de la plantilla de trabajadores, porque una característica especial del sector es la formación y el grupo humano que se va logrando a través de la actividad económica y hotelera”.

“Siempre decimos que somos una gran familia porque se genera una relación muy familiar y personal con los empleados. Es muy difícil plantearse y analizar la posibilidad de quedarse sin la gente y en líneas generales, hasta el 30 de junio era un análisis y se ha hecho un esfuerzo”, precisó, para agregar que no se puede continuar en esta situación.

“Lamentablemente, en la Asociación Hotelera y Gastronómica empezamos a escuchar la palabra cierre, lo cual es muy dolorosa. Es la última alternativa de esta relación familiar con la gente, pero también es cierto que estamos acumulando una pérdida importantísima, endeudándonos en niveles significativos y esto es un combo donde se empieza a pensar en la figura del cierre y que la gente cesará en su trabajo”, dijo

Cuarentena inteligente
Para Gustavo Ammann, se debería implementar una cuarentena inteligente. “Esto significa incorporar al problema epidemiológico que tenemos un tema fundamental que ha sido descuidado por el gobierno nacional, que es lo económico. Porque no tenemos respuesta, no vemos un plan de acción, un análisis y una forma de salir de este grave problema económico. Vemos un ministro de la Deuda Externa, pero no vemos un ministro de Economía y sorprende que tengamos una visión netamente sanitarista, desde el punto de vista de la infección o la epidemiologia y quedan otros temas, por eso hablo de una cuarentena inteligente”, afirmó.

Consultado sobre la relación de trabajo con los empleados, Gustavo Ammann dijo que “en los hoteles estamos haciendo una actividad rotativa, para que de tanto en tanto esté el hotel abierto, que tengamos el control de lo que significa el funcionamiento, para estar dispuesto ante cualquier tipo de alternativa que se presente. Tenenos alguna rotación mínima”, explicó.

“En general, en el personal hay una gran angustia, de saber qué pasa, qué sigue y es producto de esta gran incertidumbre que también existe a nivel mundial. Necesitamos que los gobiernos, en el manejo de la cuarentena y la pandemia, nos den pautas y directrices que permitan de alguna manera saber cuáles son las posibilidades que tenemos ante esta salida”, opinó. “La gente no sabe si va a seguir con trabajo y a uno como empresario le cuesta muchísimo transmitir algún tipo de seguridad, porque nosotros tampoco la tenemos y es la sensación que uno tiene, desde el punto de vista humano”, dijo.

Ammann afirmó que todas las semanas se reúnen con referentes hoteleros y miembros de la Asociación. “Nosotros tenemos reuniones semanales por videoconferencia, son reuniones ampliadas que hacemos los miércoles para escuchar a los asociados. Se hace catarsis, se tratan temas puntuales para buscar consenso en cuanto a la situación, a lo que se está haciendo y en cuanto a las posibilidades de mejorar de alguna manera desde el punto de vista de la respuesta que debería haber del sector público y que no la tenemos, por lo menos como nosotros pensamos que debería ser”, reconoció.

“En el caso del gobierno provincial, hubo una reacción rápida y favorable, con créditos especiales del BPN,pero siguen las situaciones tal cual están. Por eso queremos proponer una Ley de Emergencia para el sector, que es el más castigado dentro de la cuarentena”, resaltó.

“Además, hay otros aspectos, como el tributario o de servicios que se podrían tomar medidas. Hasta ahora, todo lo que es tributario es postergación y eso significa deuda. Otro tema no menor es el de los servicios. Estamos recibiendo boletas de luz como si nada hubiera pasado”, criticó.

“El caso emblemático es el de CALF, (prestadora del servicio eléctrico), con que tenemos contratada una potencia que representa la mitad de la facturación pero ahora el consumo que tenemos es mínimo, porque la mayoría de los sectores están cerrados o no tienen ingreso. Desde hace tres meses que buscamos que entiendan que esta potencia contratada, hoy en día no está justificada para nada y que además no la podemos pagar”, dijo, para recordar que la potencia contratada es la que garantiza la provisión eléctrica en momentos de actividad plena.

Por último, Ammann apeló a la responsabilidad de la sociedad para sobrellevar la pandemia del COVID-19. “El Estado puede dictar normas pero también es importante la responsabilidad que tenemos como individuos de cumplirlas, algo que también recalcamos en el funcionamiento de los distintos establecimientos dentro de la asociación. Quienes no cumplen con los resguardos ante este virus, tienen que ser sancionados”, cerró.