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Cuenca neuquina: cae el precio del barril local y el nivel de trabajo

El crudo neuquino empezó a venderse un dólar más barato y hasta se firmaron contratos por debajo de los 60 dólares. Temor ante la pérdida de empleos.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

Poco a poco comenzó a bajar el precio del barril local del petróleo, que en los papeles debería ser de 67,5. Casi por goteo, las refinadoras empezaron a aplicar pequeños descuentos en la compra de crudo, a tono con la rebaja del 2% acordada por los dueños del mercado con el ministro de Energía Juan José Aranguren en el mes de agosto.

Según un informe de Roberto Aguirre, para “Río Negro Energía”, cinco productoras de petróleo admitieron la baja en el precio, pero con dispersión en los números.

Grandes compañías como YPF, Shell o PAE, despacharon crudo Medanito a 66 dólares, e inclusive con contratos por debajo de ese valor. Es un dólar menos de lo percibido el mes anterior y 1,5 dólares por debajo del precio teórico de 67,5 dólares.

En el caso de las pequeñas refinadoras, la situación es más crítica. Medanito, Madalena o Roch tienen grandes dificultades para colocar su crudo al “precio criollo” por la sobreoferta de petróleo liviano. En negociaciones con las refinerías, consiguen vender su producción en el mercado local con descuentos que en algunos casos superan los cinco dólares. Según pudo saber el medio, se llegaron a firmar contratos por debajo de los 60 dólares, un precio que pese a todo todavía es más alto que el internacional.

Otras firmas grandes pero no integradas como Tecpetrol Techint, Pluspetrol o Chevron también empezaron a recibir precios más bajos por su crudo.

Desde el gobierno de Neuquén todavía no ven con preocupación el tema. El precio promedio de venta de crudo por el cual se cobran regalías bajó unos pocos centavos entre julio y agosto, al pasar de 66,67 a un rango que va de 66,15 a 66,40.

No obstante, hay que recordar que los contratos petroleros se liquidan en general con un mes de retraso, por lo que las principales bajas en la canasta de crudo Medanito llegarán en septiembre. Cada dólar que cae el precio interno son alrededor 6,5 millones de pesos mensuales que Neuquén deja de percibir.

Pero lo que más preocupa por estas horas al gobierno de Omar Gutiérrez es el nivel de actividad. El gobernador sabe que si prospera la batalla contra el precio sostén que impulsan algunos sectores del gobierno nacional podría caer el nivel de perforación en proyectos claves como Loma Campana y con él impactar en la generación de empleo.

La rebaja por goteo del precio interno fue acordada entre Aranguren y las operadoras hace veinte días, a mediados de agosto. Como viene sucediendo de diciembre del 2015, no hay documento ni resolución que fije ningún valor: todo es de palabra. En ese “pacto” entre refinadores con excepción de Petrobras estuvieron todos, se acordó no hacer anuncios ni mencionar el tema. La idea fue reducir el precio de forma sigilosa para evitar la consecuente respuesta de los gremios y los impactos políticos.

El motivo de esta nueva política es evitar otra suba de combustibles. Se trata de una medida que el propio presidente Mauricio Macri le pidió al Ministro de Energía para amortiguar el impacto de la suba de tarifas, sobre todo en un año electoral como será el 2017.

Por su parte el ministro de Energía, Juan José Aranguren anticipó a sus principales interlocutores que quiere empalmar los precios del crudo local con el internacional el año que viene. La estrategia parte de la mirada de que el crudo, que tiene un costo de unos 50 dólares, podría subir.

El barril criollo fue una estrategia del kirchnerismo, que se pensó como medida de coyuntura para sostener la actividad. Nadie imaginó que el petróleo iba a perforar el piso de 40 dólares y que su baja iba a ser tan prolongada.

Lo concreto es que si Argentina libera el mercado por completo la pérdida de puestos de empleo sería inminente en el sector petrolero ya que son muy pocos los yacimientos en el país que pueden sostener su actividad con un crudo a 50 dólares.

El cese de esta política de incentivos por parte del estado nacional haría prácticamente imposible que surjan nuevos proyectos con ese precio. Sólo para tener una referencia, el exCEO de YPF, Miguel Galuccio, esperaba que para el tercer año de Loma Campana que el crudo superara los 100 dólares.

“Queremos que los gremios entiendan que tienen que optimizar su trabajo. Lo que se pierde por precio se tiene que ganar por productividad”, afirmó, sin vueltas, un alto funcionario del Ministerio de Energía bajo reserva de nombre.

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