El dueño de Petrolera Argentina, Miguel Schvartzbaum, deberá devolver al Estado nacional los 124 millones de dólares que recibió del anterior gobierno para la ampliación de la refinería Renesa, en Plaza Huincul.

La información fue comunicada hace días el Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren, luego de declarar como “ilegítimo” todo el proceso mediante el cual el empresario construyó las instalaciones con fondos públicos.

Según publica la nota de Roberto Aguirre en el diario “Río Negro”, el gobierno nacional realizó una extensa auditoría del expediente de Renesa en el denominado programa “Refinación Plus”. Encontraron varias irregularidades en la entrega de certificados fiscales -que luego eran canjeados por dólares frescos- y, sobre todo, en los cumplimientos de parte de la empresa.

Puesta en marcha en el 2012, la refinería de Huincul no produce combustible, está en convocatoria de acreedores y no les paga el sueldo a sus empleados. La sospecha de la cartera que conduce Aranguren es que el dinero, otorgado por el ministerio de Planificación que conducía Julio de Vido, podría haberse desviado con otros fines.

El fallido emprendimiento también fue apoyado por el gobierno de Jorge Sapag, por los municipios de Cutral Co y Plaza Huincul y por el sindicato de petroleros de Guillermo Pereyra.

A través de la resolución interna 266, el gobierno nacional le ordenó a Schvartzbaum devolver todos los fondos que recibió a través de créditos fiscales, que alcanzan los 124.242.037 millones de dólares. Caso contrario, iniciará acciones legales en contra del empresario e inclusive podría derivar en la pérdida de la refinería, un escenario que ante la complicada situación financiera del grupo podría concretarse.

Más allá del hecho concreto de que la destilería no funciona pese a los millones invertidos, existieron diversas irregularidades detectadas por el Ministerio de Energía durante el proceso.

Por un lado, el adelantamiento injustificado de decenas de millones de dólares violando la propia reglamentación del plan Refinación Plus, a tal punto que la empresa habría embolsado el doble del dinero correspondiente antes de poner en marcha la planta.

Incluso, según relevó la cartera de Aranguren, recibió un dinero que estaba pautado para incentivar la producción cuando apenas generaba el 0,87% de lo previsto originalmente en el proyecto.

Por otro lado, hubo un atraso de 16 meses en la concreción de la obra que no fue penado por la cartera que conducía De Vido. Los exfuncionarios habrían convalidado sistemáticamente los pedidos de incrementos de fondos de parte de Schvartzbaum, incluido un ajuste del monto de la obra que rondó los 50 millones de dólares.

Otro punto fue la inclusión en el proyecto de otros ítems ajenos a la obra de la refinería para “inflar” los costos. Así, se agregó al listado una unidad de generación eléctrica una flota de camiones y tanques de almacenamiento en Bahía Blanca y Zárate que no se adquirieron.

Como se recordará, el plan Refino Plus buscaba alentar la capacidad de producción de combustibles a través de subsidios. Petrolera Argentina fue una de las firmas que más fondos recibió por este concepto y nunca cumplió con los cupos comprometidos.