Por Darío Hernán Irigaray
Director de Vaca Muerta News

La dilatada definición durante el último año de reglas claras para atraer inversiones, la firma real de la adenda al convenio de trabajo en relación a los no convencionales, y la llegada de Donald Trump al poder, parecen ser las últimas variables que deben acomodarse para que la actividad comience a fluir.

El petróleo se desarrolla en un contexto internacional, donde diversos hechos en el mundo afectan directa o indirectamente a la región, y hoy Donald Trump, el nuevo presidente electo de Estados Unidos, coloca a la industria mundial a la espera de definiciones claras para crecer.

Lo que sucede en el país del norte es un momento coyuntural, de reorganización interna, con nuevos funcionarios, con visiones distintas para interactuar con el mundo, y eso provoca ansiedad y expectativas, más que nada por ser Donald Trump, una persona sin mucha participación activa en la vida política, aunque muy bien relacionado, quien parece viene a generar una disrupción en la vida de los norteamericanos y el mundo.

En relación a los hidrocarburos, Trump ha nominado como secretario de Estado a Rex Tillerson, presidente de Exxon Mobil, quien tiene estrechos lazos con Rusia y su presidente, a quien Putin le otorgó en 2013 la Orden de la Amistad, siendo esto positivo, más que nada, por sus comentarios alentadores de Argentina y las inversiones actuales que lleva adelante la compañía que él preside.

Cabe señalar que luego de los anuncios del presidente Mauricio Macri las expectativas por el desarrollo de Vaca Muerta fueron alentadoras, a tal punto que las acciones de la principales compañías energéticas y más que nada las relacionadas con el desarrollo de Vaca Muerta han crecido en las bolsas tanto argentina como norteamericana, por una marcada apuesta de inversores extranjeros, lo que brinda una señal sumamente alentadora.

Por otro lado, el líder sindical Guillermo Pereyra aseguró que en breve, antes de finalizar enero, se firmará el anexo o adenda al convenio colectivo de trabajo que permitirá mejorar los costos laborales, aunque el broche que falta para cerrarlo justamente es el compromiso expreso de las principales compañías, con la cantidad de equipos que pondrán en marcha y empleados reales necesitados en una primera etapa.

La reactivación de los primeros 37 equipos, tal como indica Pereyra se acordó de palabra, se debería concretar antes de finalizar el mes de marzo, lo que generaría nuevamente un derrame en la economía real.

Paralelamente, tras los anuncios, la región comenzó a recibir desde todo el país consultas por puestos de trabajo disponibles, proveedores de todo tipo de productos comenzaron a contactarse con firmas locales y empresas de servicios aseguran les fueron solicitados diversos presupuestos y cotizaciones para trabajos a corto y mediano plazo.

Lo cierto que cada vez las señales de un futuro prometedor son más certeras, aunque la industria sigue aún en una postura cauta y de espera.