De acuerdo con el análisis que hizo la consultora internacional Wood Mackenzie, una buena señal para las inversiones en Vaca Muerta sería tener un precio mucho más alto en invierno que en verano, a fin de estimular la producción solamente en los picos de demanda.
Mauro Chávez Rodríguez, analista principal de Gas Natural y LNG para América Latina en Wood Mackenzie, explicó que “la competencia logró que se consiguiera gas a u$s 3,40 por millón de BTU para las centrales termoeléctricas en verano” y planteó que las autoridades energéticas argentinas deberían olvidarse de ponerle un tope a los precios y que en invierno se licite el gas a valores similares a la paridad de importación del Gas Natural Licuado (LNG import parity, en inglés).
De esta forma, según la consultora, se podría incentivar la producción en Vaca Muerta, pero a un costo de que el gas invernal esté entre u$s 8 y u$s 9 por millón de BTU, al menos un 100% más caro que en el período estival.
Chávez argumentó que esos valores harían rentables la producción de pozos solamente dedicados a abastecer la demanda interna en junio, julio y agosto, cuando salta de entre 120 y 130 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) a más de 150 o 160 MMm3/d. En lo que resta del año, los pozos se mantendrían cerrados.
Para el analista de Wood Mackenzie, eso implicará un mayor break-even (umbral de rentabilidad), pero sería preferible impulsar la producción local antes que seguir importando GNL o quemar combustibles fósiles, que es más caro y le quita más dólares al Estado nacional, señala la nota publicada por El Cronista Comercial.
Esta idea respondería a una estrategia de Argentina primero, es decir privilegiar el trabajo local en los pozos petroleros y la construcción de gasoductos antes que seguir comprando gas en el exterior.
Igualmente, no resulta muy posible que el Gobierno pueda licitar el gas un 100% más caro en el próximo invierno y que lo paguen los consumidores en sus facturas, estando a solo dos meses de las elecciones presidenciales.
Una forma de evitar la llegada de boletas muy difíciles de pagar para los hogares sería cobrar lo mismo en verano que en invierno, en base al promedio de consumo anual de cada cliente.
El análisis de Chávez coincide con las preocupaciones de los responsables de la venta de gas de las principales petroleras del país. Según constató este medio en las mesas de competitividad de Vaca Muerta, realizadas la semana pasada, los gerentes de dos empresas con importante producción en Neuquén sostuvieron en el Palacio de Hacienda que la posibilidad de tener un tope en los precios del gas inquieta al sector y sería “una muy mala señal” para los inversores del resto del mundo que buscan ingresar.
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