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Buscan una salida para el excedente de petróleo en la Cuenca Neuquina

El bajo precio del barril de crudo, que ronda los 26 dólares y la crisis desatada por la pandemia del COVID-19, terminó de golpear a la industria hidrocarburífera que a partir de este mes tendrá crudo sobrante y buscará alternativas para restringir la producción y en lo posible, exportar el excedente.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

En la última semana de marzo se realizó una reunión entre operadoras y Ebytem, en Bahía Blanca, a donde va la producción de la Cuenca Neuquina a través de Oldeval, y el exceso de oferta fue uno de los puntos principales que se dialogó. Los tanques de la firma llegarán a su máxima capacidad y como consecuencia algunos productores tendrán que restringir su producción de alguna manera.

En algunos casos particulares, según las consultas que hizo el diario “Río Negro”, operadores chicos de la cuenca lograron asegurar el despacho de sus barriles para este mes, aunque sin precio confirmado. Un claro ejemplo de que, por la coyuntura actual, asegurar la entrega está por encima de garantizar un valor.

Una de las alternativas que se discutió fue la de una exportación conjunta para poder recircular el volumen que está almacenado y que los campos petroleros no se van tan afectados. Pero los precios internacionales no ayudan. Y es que el Medanito, Brent cotiza a menos 12 dólares, más las retenciones del 12% dejan un valor de facturación de 15 a 17 dólares por barril y hace inviable cualquier tipo de operación.

En el escenario del gas, la situación es similar. Aún la temperatura sigue siendo cálida por lo que la demanda no aumentó y por el parate económico, producto del Decreto 260, la poca producción de gas también comenzó a sobrar. Para tener en cuenta, la semana pasa se realizó la licitación de Cammesa para la generación en abril y el precio por millón de BTU arrancó en 1,50 dólares, señala la nota de Matías del Pozzi.

En la industria saben que el nivel de parate actual no es sostenible por mucho tiempo más. No solo juega contra las cadenas de pagos y el empleo, sino también contra el abastecimiento de la demanda, cuando el país retome su movimiento habitual.

Si para abril proyectan un exceso de producción de petróleo, lo más probable es que los desarrollos petroleros no se activen inmediatamente y no se descarta que si para mediados de mayo se dispara el petróleo, el nivel de actividad puede no ser suficiente y podría faltar energía, advierten empresarios del sector en off the record.

En este sentido, fijar un barril criollo, garantiza que el sector puede flotar de cierta manera para cuándo la situación se revierta y se pueda responder de manera rápida a la demanda.

En este escenario es que están las discusiones del precio sostén para el barril de petróleo. Lo que buscan las operadoras es garantizar un piso de actividad. En otras palabras, es una manera de asegurar cierto nivel de actividad para que el sistema no quede totalmente parado y caiga a tal punto que luego cueste retomar la actividad. (Foto: Pixabay).

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