A través de un comunicado se informó que los montos por las exportaciones de energía a Brasil financiarán ambos proyectos a través de la construcción del nuevo gasoducto aunado a un plan para edificar líneas de alta tensión.
Con este paso, Argentina aprovecharía su potencial de generación en la producción de gas y eléctrica. Esta medida permitirá al Ministerio de Energía disponer de 100 mdd extra para finales de 2021, que se sumarán a los 500 mdd recaudados por el llamado “impuesto al patrimonio”.
Cabe recordar que los grandes proyectos de infraestructura se han detenido en Argentina desde 2018 debido a la crisis económica. La medida espera sumar mayor capacidad de transporte para reactivar las inversiones en generación térmica, eólica y solar, reprodujo el portal Latin Energy.
Inversión separada
La Resolución 1037 del Ministerio de Energía crea una Cuenta de Exportación dentro del Fondo de Estabilización del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) que “permite [que]los beneficios de las exportaciones de energía eléctrica a Brasil sean cobrados en una cuenta separada, cuyo destino específico es la ejecución de infraestructura energética funciona”, según el Diario El Cronista.
Cabe recordar que en los primeros nueve meses de 2021 se exportaron 2.876 gigavatios hora (GWh) a Brasil, superando el récord anual de 2.618 GWh que se registró en 2020, con precio promedio de exportación el año de 205 dólares por megavatio-hora ($ / MWh); mientras que en septiembre de este año subió a más de los 287 dólares.
Solo en septiembre de 2021, Argentina exportó electricidad a Brasil por 258 millones de dólares, mientras que las proyecciones para 2021 rondan los 1,000 millones de dólares.
“El alto requerimiento energético de Brasil -asociado a la extraordinaria sequía que enfrenta- representa una oportunidad para colocar el excedente disponible del sistema local, a través de la interconexión internacional, por el convertidor de Garabí”, señaló en este sentido, Federico Basualdo, el subsecretario de Energía Eléctrica.
El funcionario dijo que al quemar diésel -que se importa para satisfacer la demanda energética interna y externa– las máquinas termoeléctricas se deterioran más rápidamente que las que funcionan con gas natural, lo que encarece su mantenimiento.
Grandes reservas
La construcción de un nuevo gasoducto que lleve gas desde Vaca Muerta al resto del país es una necesidad que fue catalogada como “urgente”.
Según la iniciativa privada argentina, el país cuenta con la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo -en referencia al recurso-, pero les falta capacidad de transporte.
Mientras tanto, y también como fuente de ingresos, Argentina importará gas licuado y lo revenderá a una central térmica brasileña a un precio 10 veces superior al que se cobra a nivel nacional por uso doméstico.
La firma argentina IEASA cerró un contrato de exportación con la termoeléctrica brasileña Ambar Uruguaiana Energía 57 millones de metros cúbicos a 43,8 dólares por el millón de BTU, lo que significará un costo final de operación de 92 millones de dólares, según el Ministerio de Energía.
La diferencia entre el costo de importación y el precio de venta a Brasil permanecerá con IEASA. Después de los impuestos a la exportación, los analistas creen que rondará los 7 mdd.
Brasil depende en 60% de la generación hidroeléctrica para obtener energía y durante dos años ha atravesado una sequía, por lo que se ha visto obligado a buscar otras fuentes, como la importación de gas licuado en Río de Janeiro o la electricidad de Argentina.
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